La “Respuesta a los catalanes” es el nombre de un manifiesto suscrito en junio de 1936 por 151 personalidades mallorquinas, (entre las que figura Juan Antonio Fuster Valiente), de muy distintos ámbitos vinculados con la cultura.

Era, de hecho, la respuesta a un manifiesto anterior dirigido al movimiento cultural mallorquín bajo el título “Mensaje a los mallorquines”, firmado por un grupo de intelectuales de Cataluña y por las principales autoridades del Principado reconociendo la participación isleña en el pasado e invitando a los mallorquines en la colaboración futura.

La “Respuesta a los catalanes” destacaba que el reconocimiento de la comunidad de lengua y cultura no implicaba reconocer el protagonismo cultural de Cataluña, ni tampoco ninguna hegemonía de Cataluña sobre Baleares, sino la "fraternal colaboración".

Pese a ello, la “Respuesta a los catalanes” provocó una viva polémica y posterior represión de los firmantes por haberse mostrado a favor del proceso de recuperación de la lengua y la cultura catalana en las Baleares y de la unión cultural con las otras tierras de lengua y cultura catalana, siguiendo el impulso iniciado por la Renaixença.

Contribuyó a la represión de los firmantes el golpe de Estado contra la República que tuvo lugar pocas semanas después. Los sublevados acusaron a los firmantes de la “Respuesta a los catalanes” de traición a la unidad de España y de ser culpables de separatismo y les obligaron a retractarse públicamente.

La campaña pública contra los firmantes empeoró y se añadió la presión de los fusilamientos, asesinatos y encarcelamientos cotidianos, así como la imposibilidad de huir de Mallorca. Entonces, 107 de los firmantes de la “Respuesta a los catalanes” firmaron, algunos desde la prisión, un obligado y forzado manifiesto de adhesión a la sublevación que fue publicado el 17 de septiembre (habían pasado casi sólo dos meses desde la revuelta).